En días como en la sesión de preboda de Anna y Jordi, me siento aún más afortunado por mi profesión de fotógrafo de bodas.
La sesión tuvo lugar en el casco antiguo de la Tarragona, donde rodeamos el circo romano, el anfiteatro, y algunas de las acogedoras calles de la parte alta de la ciudad. Anna y Jordi, unos entendidos en la materia, me fueron comentando entresijos de la Tarragona romana y de todos los detalles de la época. Tarragona, una ciudad totalmente distinta a la que solo las proyecciones son capaces de hacernos una idea de la importancia y grande que fue, Patrimonio de la Humanidad.
Desde primera hora conectamos muy bien. No llevábamos ni un par de minutos hablando y ya estábamos listos para comenzar la sesión. Con mi cámara en mano, comencé a disparar. Ambos, extrovertidos y simpáticos, me lo pusieron muy fácil.
El día de la preboda charlamos, reímos, y hasta nos dio para tomarnos un refresco mientras conversábamos de series, películas y todas esas cosas que nos gustan. Al final es uno de los objetivos, conocernos y coger confianza para estar lo más cómodo el día de la boda.
Aquí os dejo un resumen de lo que fue su sesión de preboda en Tarragona.